Naranjo, Alajuela
El señor Orlando Arroyo, abrió las puertas de su hogar y compartió algunos momentos relevantes de su extensa y exitosa carrera como autor, historiador, profesor y pionero del pueblo.
¿Cómo inicia su carrera profesional?
Al terminar mis estudios, quede como un barco a la deriva, por la falta de orientación sobre cómo ir a concursar al Ministerio de Educación Pública, ahí aplique para una propiedad en cualquier parte del país, ya que deseaba trabajar en lo que me gustaba, inicie mi gran aventura en una humilde y pequeña escuela ubicada en Punta Morales, de Puntarenas. Un mes después de luchar con los problemas sociales, económicos y un ambiente totalmente negativo en el pueblo me llego un telegrama que me informaba que me habían dado una plaza en propiedad en la Escuela República de Colombia en Naranjo. Me despedí de mis alumnos y dos días después ya había iniciado mis labores en la escuela de mi tierra natal cerca de mi familia y de mis raíces.
¿Cómo sus esfuerzos llegan a dar frutos?
Algunos años después, decidí empezar a estudiar Administración Educativa, así mismo, también daba clases en la Universidad de Costa Rica de San Ramón y Tacares.
Cuando me gradué, el Ministro de Educación me nombro Asesor y Supervisor interino en el circuito de Naranjo y tiempo después me nombraron con propiedad en la Supervisión, quede muy satisfecho y agradecido con la oportunidad que me dio el Ministro de Educación y verdaderamente forme un verdadero equipo de trabajo con los docentes y directores de primaria y secundaria de este circuito, además de recibir un gran respeto, cariño y apoyo de los alumnos.
¿Cómo inicia sus pasos en la escritura?
Desde niño, le escribía versos a mi niña de la escuela Nidia Vargas, la pasión por la escritura ya lo traía en la sangre y naturalmente fluían las ideas. Cuando escribo es como un escape emotivo, que no resisto y tengo la necesidad de plasmarlo en papel. Escribí unos cuantos versos al Obispo Monseñor Sanabria y también cuentos, poesía de crítica, denuncia, de amor, entre otros, también canciones e himnos para escuelas y colegios de Naranjo, para la Cooperativa, y sin ser músico, le pongo la música a estas creaciones.
¿Qué criterio tiene sobre el avance de la tecnología, donde las personas prefieren una computadora a un libro?
Me parece muy bien, ya que los escritores tenemos la oportunidad de expandir las fronteras, por ejemplo, tengo unas poesías digitales y ya me han contactado personas desde Estados Unidos, para felicitarme sobre mí trabajo.
¿Cuál es su inspiración a la hora de escribir?
Mi inspiración, viene de la vida cotidiana, cada vez que leo un libro, que veo la realidad social, cuando necesito hacer una crítica, una denuncia, cuando los sentimientos afloran, son la mejor inspiración para escribir.
¿Tiene algún proyecto en camino?
No. Un proyecto nace en cualquier momento y en cualquier lugar.
¿Cuáles son sus lecturas favoritas?
Definitivamente todo lo que tenga un mensaje positivo para el lector es una excelente lectura, de igual manera, hay muchos temas de interés social que me llaman la atención como la explotación del ser humano, pobreza, injusticia, la lucha del pobre por una mejor calidad de vida, entre otros.
¿Qué trabajos ha publicado?
Hoy en día, es muy difícil publicar este tipo de escritos, porque se debe de disponer con un gran presupuesto además de tener una “argolla” como se dice popularmente. No han sido muchos mis publicaciones, todo lo tengo guardado, solo algunos himnos para escuelas y colegios de Naranjo, canciones para Naranjo, el libro “Tata Maruca” que contiene leyendas, poesías, letras de canciones e himnos y otro libro que relataba la tragedia que ocurrió en el año 1968 en La Fortuna de San Carlos cuando hizo erupción el Volcán Arenal.
¿Cuál es la parte más difícil a la hora de escribir libros, canciones o poesía?
Cuando escribo, es como si alguien me dictara, es muy sencillo, al final solo lo repaso, lo edito y le doy retoques a lo que escribí.
